
Como se advierte en el contexto mundial, cada vez hay más exigencia por parte de las sociedades de los países y de la comunidad económica mundial, para que las organizaciones impulsen nuevas competencias relacionadas con el Desarrollo Sostenible, es decir, considerando los tres aspectos: económico, social y ambiental.
En ese sentido, el paradigma de que el aspecto ambiental, era campo sólo de los especialistas en medio ambiente, como ingenieros ambientales, en recursos naturales, geógrafos, zootecnistas, biólogos, entre otros, ha quedado atrás, más aún si consideramos los equipos multidisciplinarios que vienen interviniendo en la actualidad en los diferentes campos de las Entidades Públicas, entre otros, profesionales en derecho, economistas, sociólogos, por ello hay que recordar la evolución del Contador Público de haber pasado de ser considerado como un tenedor de libros, a desempeñarse en función al desarrollo de nuevas habilidades y competencias, pero fundamentalmente a su ímpetu por el ejercer el liderazgo en las Organizaciones en nuestro País, a ser un profesional de corte gerencial y/o asesor de la Alta Dirección. En este contexto de cambios sociales, políticos y económicos del mundo, el Contador Público no puede ni debe quedarse atrás respecto a estos nuevos modelos, toda vez que, es un profesional que está llamado a involucrarse en el aspecto ambiental y contribuir a ejercer una efectiva Gestión Ambiental como respuesta a un problema que afecta no sólo a nuestro país sino a la humanidad. En ese sentido, el Contador Público que cuenta con habilidad profesional, formación integral, capacidad de liderazgo, responsabilidad social y espíritu de investigación, debe incursionar en dicho campo ambiental, claro está preparándose y perfeccionándose, a fin de contribuir a la mejora del medio ambiente, por ello el servicio profesional de calidad y eficiente que ofrece a las organizaciones principalmente en el quehacer económico financiero, debe ampliarla a la Gestión Ambiental, que permita entre otros, cautelar el cumplimiento de obligaciones y compromisos ambientales por parte de las organizaciones privadas en el desarrollo de sus actividades extractivas y productivas principalmente, incluidas en el Estudio de Impacto Ambiental – EIA o Programa de Adecuación y Manejo Ambiental – PAMA. Consecuentemente, tendrá que estar con la modernidad y a la vanguardia de las nuevas corrientes que se vienen aplicando en organizaciones de avanzada a nivel internacional, es decir, no sólo estar abocado al entorno interno, que involucra entre otros, la mejora de los procesos, de los resultados, de los sistemas administrativos; sino, que tendrá que asumir el rol que le corresponde como líder de las Entidades Públicas, considerando en el desempeño de sus funciones, el entorno externo, que está relacionado al aspecto social, pero fundamentalmente al aspecto ambiental. Cabe mencionar que en los últimos años se han incrementado los problemas sociales y medioambientales, toda vez que según la Defensoría del Pueblo en marzo de 2012 de 237 conflictos sociales, 139 corresponden a conflictos socioambientales, siendo el caso del Proyecto minero Conga el más conocido. Por lo tanto, ya no sólo es suficiente que la gerencia moderna, cumpla sus actividades buscando la eficiencia de sus operaciones, que impulse el cumplimiento de metas y objetivos establecidos, que se mejoren los procesos, que se mejoren sus resultados, que inserte un sistema de gestión de calidad, que mejore sus controles internos y la administración de sus riesgos, que estimule el cumplimiento de los indicadores establecidos, que adquieran nuevas tecnologías en sistemas de información y equipos de computo modernos, que mejore sus sistemas administrativos, entre otros; sino que necesariamente tiene que identificar su entorno externo y desarrollar nuevas habilidades y competencias, para generar en la institución una cultura organizacional que impulse el Desarrollo Sostenible. Es preciso indicar, que por el mismo hecho de laborar en el Sector Público en los tres niveles de gobierno (nacional, regional y local) puede contribuir con el cumplimiento de los objetivos ambientales de cada entidad pública, lo que fortalecería el desempeño de la gestión ambiental sectorial; más aún, si se tiene en consideración que muchas entidades públicas tienen ámbitos de competencia en cada uno de los Departamentos de nuestro País. También al existir nuevas exigencias y retos en las organizaciones, éstas constituyen nuevos retos para el Contador Público, quien deberá prepararse para ejercer el liderazgo en el campo del Desarrollo Sostenible, en las organizaciones en las que labora, por ello en principio debe familiarizarse con los aspectos conceptuales, criterios y principios de la Gestión Ambiental a fin de que progresivamente pueda ir asumiendo un papel clave en la organización, por ello una vez sensibilizado y concientizado, el Contador Público del Sector Público, puede constituirse en un elemento muy valioso para su organización y para el País, no olvidando que quienes serán los primeros en ser afectados por los impactos negativos que se generen como consecuencia de los diversos problemas ambientales, serán las poblaciones más pobres y vulnerables de nuestro país.
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